miércoles, 28 de marzo de 2012

Comunidades Virtuales: Educación superior


El sitio web de un curso estándar está conformado por las siguientes áreas: un área introductoria, una comunitaria, una de contenidos, una de reflexiones sobre el aprendizaje, un área de evaluación de los alumnos y otra para asignaciones o trabajos (Palloff & Pratt, 1999). Además, también se incorporan enlaces hacia otros sitios web que contengan información pertinente al contenido del curso. Como expresa Silvio (2000), cuando un sitio web se diseña bajo estos parámetros, “además de ser el territorio virtual de la comunidad de aprendizaje es un reservorio de información, un aula de aprendizaje, un espacio de comunicación y un espacio que vincula a la comunidad con el mundo exterior” (p.265).
 Por otro lado, su carácter de comunidad requiere entonces que ella esté dirigida fundamentalmente hacia el usuario. Las comunidades virtuales de aprendizaje se constituyen sobre la base de un curso en particular (de allí su naturaleza temática) alrededor del cual giran las actividades, organización y participación de sus miembros.


La formación de una comunidad literaria se propició por medio del intercambio de ideas y de los proyectos comunes en los que trabajaban los estudiantes. Así, la comunicación temática en relación a la asignatura se hizo más dinámica entre los estudiantes, y entre éstos y el profesor, brindándoles a los estudiantes mayor autonomía en su proceso de aprendizaje y una construcción colaborativa del conocimiento. Pallof y Pratt (2001) señalan que el proceso de aprendizaje colaborativo es fundamental para que los estudiantes alcancen un nivel más profundo de generación de conocimientos y esto se logra justamente por medio de objetivos colectivos de la comunidad. 


El uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la educación superior ha hecho posible la creación de una comunidad virtual de aprendizaje. Esto ha permitido poner en marcha una nueva perspectiva pedagógica en que la interacción entre estudiantes , y éstos y el facilitador hace posible que el proceso de aprendizaje en la construcción del conocimiento sea dinámico, autónomo y colaborativo entre los miembros de la comunidad.
 Esta experiencia permite superar la brecha entre aula tradicional y virtual y unificar de manera complementaria a ambas en torno de un currículo más abierto donde los estudiantes manejen información y elaboren saberes.

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