La educación a distancia mantiene, hoy más que nunca, la
pertinencia de sus planteamientos de
base. No se trata solamente de llegar a una población que por diversas razones
no puede acudir a las instalaciones físicas de las universidades presenciales;
se trata de las ventajas comparativas con que cuenta la educación a distancia,
en este caso la UNED, pues su experiencia apunta precisamente a atender lo que
sin duda son las exigencias más urgentes de los nuevos tiempos
- La autonomía y el aprender a aprender.
- Competencias intelectuales, sociales, personales y profesionales.
- Habilidades para encontrar, seleccionar y transformar información en conocimiento relevante para la formación personal y la transformación social.
- Ética personal y compromiso social.
- En este marco, el modelo pedagógico de la UNED debe responder a los siguientes lineamientos generales:
- Clarificar su sentido y sus alcances, como patrón o guía que debe presidir los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
- Mantener una orientación de calidad, excelencia y exigencia académica en todos sus programas y para todos los estudiantes que atienda la UNED.
- Configurar, en conjunto, una propuesta cuyo eje sea la formación autodirigida, de manera que se favorezca ante todo la autonomía para gestionar el propio proceso de formación, para aprender, investigar y generar conocimiento situado en el propio contexto social.
- Favorecer la autoevaluación con intenciones de mejora permanente en todos los componentes del currículo y con las personas que intervienen en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
- Orientar, con criterio pedagógico, el uso de una amplia gama de medios y apoyos didácticos, incorporando las nuevas alternativas de comunicación por medios telemáticos cuando sea pertinente y se constate el acceso de los estudiantes a estos medios.
- Trascender lo meramente didáctico, de manera que se posibilite la formación integral y permanente, la socialización y el desenvolvimiento pleno de las potencialidades de cada persona, así como una ética personal y compromiso social.
- Modificarse y reelaborarse como producto de la investigación y evaluación educativa constantes.
Veintiséis años después de la creación de la UNED,
el panorama social y cultural ha sufrido cambios drásticos en todos los ámbitos
del quehacer humano y de la sociedad. Es de todos conocida la influencia que
están teniendo, en la concepción del papel de la Universidad, fenómenos como la
evolución y el progreso de las ciencias, las nuevas formas de producción
acelerada y de difusión del conocimiento, las incertidumbres en los esquemas
valorativos, la globalización, la omnipresencia de las tecnologías informáticas
y telemáticas y sus promesas y amenazas para la educación, las nuevas
exigencias de equidad social, así como los problemas asociados con las discriminaciones
de género, etnia o cultura. El contexto universitario ha sufrido un cambio
esencial: el surgimiento de una oferta sin precedentes. Baste señalar que, en
una docena de años, el número de universidades existentes ha tenido un aumento
que supera un 1000%, es decir, hoy existen 10 universidades por cada una de las
que existían hace poco más de 12 años. Las universidades públicas cuentan con
numerosas sedes regionales, que cubren buena parte de la geografía
nacional.
Los cambios en el entorno cultural, en las
estructuras productivas, en las formas de relación social y muy particularmente
en la importancia, la creación y la difusión del conocimiento, están
configurando una sociedad en la cual el conocimiento se convierte en el recurso
principal, sin un centro definido ni poseedores de verdades definitivas. La necesidad de seguir aprendiendo durante
toda la vida, exige capacidades nuevas para encontrar críticamente información
válida y ser capaz de convertirla en conocimiento útil para el propio contexto
cultural.
Se hace necesaria una concepción metodológica
más abierta, más flexible, que ofrezca, al estudiante, herramientas para
construir su propio proceso de enseñanza-aprendizaje y lo haga protagonista en
la apropiación del conocimiento. En el mundo se producen cada día más
conocimientos, y la forma tradicional de comunicarlos y socializarlos no será
capaz de afrontar las condiciones de su rápida difusión. Es preciso encontrar
metodologías y estrategias de educación a distancia apropiadas que permitan
aprovechar todo el potencial de las tecnologías al servicio de una formación
más autónoma de todos aquellos que deseen hacerlo.
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